sábado, 5 de marzo de 2011

La educacion, la sociedad y el hombre

La educación, como formación de la nuevas generaciones en lo cánones que establece la cultura, resulta de vital importancia para cada sociedad que aspira a lograr miembros capaces de mantenerla y desarrollarla. Cómo y desde qué principios, posturas y posiciones teórico-metodológicas resultan una preocupante de gran alcance e impacto en el quehacer de todos los que se ocupan del proceso educativo. Este trabajo pretende más que brindar "recetas", aportar puntos de razonamiento que también pueden ser de debate en cuanto a la importancia del enfoque histórico social para la práctica educativa.

Los hombres, desde sus primeros momentos de existencia, se agruparon para afrontar el medio del que obtienen lo necesario para vivir y desarrollarse, manteniendo una relación activa con éste, a la par establecen múltiples y complejas relaciones con sus iguales. En la búsqueda de soluciones a los restos que le presenta el medio externo, o sea, en la supervivencia y en la resolución de sus problemas de integración interna como grupo, los hombres descubrieron, crearon y desarrollaron significados, representaciones e imaginarios vinculados al contexto socio-histórico del que son producto y productores, comenzando entonces a estructurarse la cultura, un fenómeno humano que se enriquece en la complejidad de las relaciones con los otros, las relaciones sociales.

Los hombres no se encuentran solos ante el mundo que los rodea, la relación con éste de mediatiza por sus relaciones sociales, expresadas en las formas de actividad conjunta, las formas de comunicación, sus pensamientos, constituyendo esto, condición necesaria y específica de la vida del hombre en sociedad, la cual, es un sistema de interrelación que pone en contacto a los individuos que comparten la cultura en común.

En este sistema de interrelaciones los hombres desarrollan su esencia social, la que se forma durante la vida, en el proceso de apropiación, de aprehensión o asimilación, de la cultura creada por las generaciones anteriores, de forma que, "cada nueva generación empieza su vida en el mundo de los objetos y fenómenos creados por las generaciones precedentes… el pensamiento y los conocimientos de cada generación subsiguiente se forman apropiándose de los avances ya alcanzados por la actividad cognoscitiva de las generaciones anteriores"
Las formas de la cultura son la expresión lógica y universal de la historia de la ciencia humana.

La sociedad debe garantizar, a través de la educación, la transmisión activa a las nuevas generaciones de los avances de la cultura humana, propiciando el movimiento histórico, pues, "esta ligazón entre el progreso histórico y el progreso educativo es tan íntima, que por el nivel general del desarrollo histórico de la sociedad podemos determinar, sin equivocación, el nivel de desarrollo de la educación y, al contrario, por el nivel de desarrollo de la educación se determina igualmente el nivel de desarrollo económico y cultural de la sociedad”


La sociedad, a partir de su estadio de desarrollo y sus aspiraciones, conforma las características que deben poseer los hombres que aspira a formar: los objetivos del proceso educativo, constituyendo esta problemática el encargo social que dicha sociedad plantea a la escuela, demostrándose en la práctica histórico-social, que la formación de las nuevas generaciones (de acuerdo con las aspiraciones de la sociedad y acorde con las necesidades sociales), se produce fundamentalmente en el proceso educativo, el cual es de naturaleza social, es decir, solo en la sociedad y cómo resultado de las relaciones sociales el hombre transforma la naturaleza y se transforma a sí mismo.

Esto enfatiza el carácter socio-histórico de la educación y la necesidad de expresar en la educación el momento en la vida de un pueblo. Los métodos, por adecuados que sean, se condicionan por las circunstancias en que se expresan, de aquí lo dañino de la copia de teorías, métodos y procedimientos que resultan ajenos a la cultura, la historia y la realidad concreta de un pueblo.


El proceso educativo se desarrolla como sistema para influir en todos los miembros de dicha sociedad, implicando la formación en estos, de todos los rasgos cognitivos, afectivos y volitivos de la personalidad, es decir, la formación de sus pensamientos, sentimientos, capacidades, habilidades, intereses, valores, convicciones, etc., que sean coherentes con las demandas de formación que impone el contexto socio-histórico. Este es un proceso amplio que se desarrolla en la institución docente, la familia, las organizaciones políticas y de masas, los medios de comunicación, o sea, la sociedad en su conjunto.

A la institución docente, a la escuela, le corresponde el papel rector de la Educación de las nuevas generaciones y es el centro de su ejecución. Esta debe formar un egresado que reúna determinadas cualidades, que le permitan enfrentarse a un conjunto de situaciones, que se modifican por la acción del egresado, el cual se apoyará en la ciencia o ramas del saber que haya dominado en el proceso docente-educativo, que tiene como objetivo principal preparar al hombre para el trabajo en un cierto contexto social, por lo que debe ser un proceso laboral y científico, del cual se logre obtener un egresado independiente y creador.

El proceso docente-educativo desarrollado en la escuela es un proceso profesional, educacional, de carácter sistematizado y fundamentado en la concepción teórica pedagógica generalizada e intencionalmente dirigida a preparar a los sujetos sociales para la vida y en primer lugar para el trabajo. Este proceso consta de varios componentes fundamentales: los objetivos, el contenido, los métodos, la forma, los medios y la evaluación. Es un proceso determinado por la solución al problema o encargo social, donde se establece una relación entre la sociedad y el proceso docente-educativo, con carácter de ley, es de naturaleza social y se desarrolla de forma consciente y planificada.

Análisis:
Como ya entendimos las personas se forman a lo largo de su vida y no en un solo momento de ella por definición de la educación sabemos que es el conjunto de propiedades inherentes al proceso formativo de las personas que se determinan a partir de las necesidades sociales y con el compromiso de todos los que se integran y asocian al mismo, buscando un aprendizaje transformador que permita a los sujetos que en él intervienen crear, recrear, producir y aportar de forma consciente, equilibrada y eficiente los conocimientos, valores y capacidades, haciendo posible la construcción de un modelo social de cualidad superior.

De la formación de recursos humanos, el desarrollo va de la mano, es por ello que la educación es considerada hoy como un bien, tanto de consumo como de inversión, como bien de consumo, porque se da para el crecimiento personal del individuo, como inversión tratando de rentabilizar el gasto que se produce, pero con la diferencia entre este y la inversión en bienes materiales, de que éste último se puede recuperar total o parcialmente por la venta de esos bienes, mientras que en la primera la recuperación de lo gastado es lenta y exige de la cooperación y el compromiso de la persona que es objeto de la misma.

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